Autor: Jesús Sáez Martínez
Envía: El autor
Recibido: 03/01/2009
Dedicatoria: A San Miguel de Pedroso, cuna de mi madre, escenario entrañable de mi niñez.
Un altar del recuerdo en mi camino:
junto al puente del Diablo está mi fuente:
La Vargadilla. Agobia el sol ardiente
y el polvo de la zarza y el espino
junto al frescor de su agua transparente.
Sobre Valseca un caudal, su destino
ser vida y movimiento del molino.
Pasa el agua del cauce indiferente.
Molino con peaje de maquila,
e ínfulas de cascada. Hay rumores
y entre silencios, tímidos mugidos,
susurros del cencerro y de la esquila.
Cuando vuelvo al Tirón de mis amores
San Miguel acelera mis latidos.