Que en San Miguel de Pedroso se fundó el primer monasterio de monjas, incluso antes de que existiese Castilla, no hay duda. Que este pueblo ha sido y es un vivero de vocaciones religiosas tampoco.
Como prueba el pasado fin de semana una sanmigueleña, María Jesús Cuende, celebraba las bodas de oro de profesión religiosa y éste fin de semana las ha celebrado otra: Angelines.
El día 8 de febrero (sábado), María Ángeles Martínez Castroviejo ha celebrado 50 años de su consagración religiosa en la casa que la Congregación de las Religiosas Angélicas tienen en Madrid. Angelines estuvo acompañada por las Hermanas de la Congregación y las señoras, por un nutrido grupo de familiares, amigos y varias compañeras sanmigueleñas: Irene, Gabina, Trini, Mari Sol, Teresa y María Jesús.
Angelines, muchas felicidades. En San Miguel, tu pueblo, también nos acordamos de ti.