Bodas de Oro de profesión religiosa de María Jesús Cuende
El día 1 de febrero, víspera de la fecha en que la Iglesia celebra el "día de las Candelas" y la Congregación de Religiosas Angélicas el 103 aniversario de su Fundación, María Jesús Cuende Calvo ha celebrado los 50 años de su consagración al Señor.
La celebración ha tenido lugar en Zaragoza, lugar donde reside, con una misa de Acción de Gracias al Señor por los años vividos en fidelidad y entrega a esa llamada.
En este día tan especial, María Jesús ha estado acompañada, además de las Hermanas de Congregación y de las señoras residentes, por su familia y amistades. Ha sentido la ausencia y protección de los seres queridos recientemente fallecidos y ha dedicado un recuerdo cariñoso a San Miguel de Pedroso, pueblo que la vio nacer, y a su gente.
María Jesús nos ha dedicado unas palabras, que reproducimos textualmente: "Las Hermanas Angélicas, como así nos conocen popularmente, tenemos la misión de paliar la soledad llevando consuelo y escucha a las personas a quienes en nuestras residencias les ofrecemos acogida y cariño. Desde aquí, con la experiencia de mis 50 años vividos ejerciendo esta misión, os digo que vale la pena el haber seguido la llamada del Señor y ejercerla con generosidad y entrega allí donde la Congregación ha tenido necesidad de mi presencia. Este día me ha ayudado a detenerme y meditar en todos los beneficios y gracias que Dios me ha concedido cada día, por eso ha brotado la Acción de Gracias que he compartido con todos los aquí reunidos y también en la misericordia y bondad de Dios Padre que sabe perdonar y olvidar todas las deficiencias y fallos tenidos. Animo a los jóvenes visitantes de esta web, a que no duden en seguir la llamada que Dios les haga. El Señor sigue llamando, pero hay que saber silenciar el ruido para estar a la escucha. No se puede romper el eslabón de vocaciones en ese querido pueblo. Os invito a que visitéis nuestra web para que nos conozcáis más. La página es: http://www.angelicas.org".
María Jesús, muchas felicidades. En San Miguel, tu pueblo, también nos hemos acordado de ti.