Muchos medios de comunicación se han hecho hoy eco de esta noticia.
No, no es el de San Miguel de Pedroso. Este Puente del Diablo era un arco natural. Estaba situado en el barrio de Cueto, en pleno acantilado de la bahía de Santander, frente al Cantábrico, y estaba considerado como uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad.
Ha tenido que ser precisamente este año, que estamos celebrando el centenario del nuestro, cuando esta joya de la naturaleza se ha derrumbado, víctima de la erosión, los temporales y la desidia humana.