Un año más se ha celebrado en San Miguel el Jueves de Todos.
Ni la fina lluvia, ni el frío, ni los restos de nieve han sido capaces de impedir que los "niños" sanmigueleños recorran todas las casas del pueblo pidiendo comida y limosna a los vecinos, a la vez que les cantaban los tradicionales cantos de cuando eran chavales y, como cada año, los vecinos han vuelto a responder con generosidad.
A las seis de la tarde, en el ayuntamiento, un grupo de voluntarios empezó a organizar las mesas, mientras otro iba a realizar las últimas compras y resto a preparar las tortillas con y sin chorizo, los pinchos, la bebida y todo lo que iba saliendo de las cestas.
En la merienda-cena participaron 43 personas, que no fueron capaces de acabar con las ocho tortillas y demás alimentos. Así que al día siguiente, repetición.
Ver álbum de fotos.