Durante los días centrales de la Semana Santa enmudecen las campanas y suenan las matracas. En San Miguel, después de muchos años, han vuelto a sonar las matracas, que han sido utilizadas el Viernes Santo para llamar a los oficios religiosos.
En la noche del Sábado Santo se celebró la Vigilia Pascual en la parroquia de San Miguel. A la vigilia sistieron, además de los vecinos y fieles de San Miguel, los de las parroquias de Espinosa del Camino, Puras de Villafranca, Tosantos y Villambistia y, durante la liturgia bautismal, se administró el bautismo a dos niños de Espinosa del Camino.
Después de los actos litúrgicos, la comunidad parroquial ofreció a los asistentes, alrededor de unas 160 personas, una chocolatada con pastas y la Asociación Cultural "El Priorato", como remate de la jornada, una "queimada" en la plaza.