Ayer los niños de San Miguel recibieron un año más a los Reyes Magos en Belorado porque el barrio, su pueblo, les pilla a desmano y siempre pasan de largo.
Además este año los reyes lo tenían muy complicado porque el acceso a San Miguel desde la N-120 sigue cortado a causa de las obras de la rotonda.
Esta mañana, tras una noche mágica, ha saltado la sorpresa y el cura en la iglesia y los 54 vecinos que han pernoctado en San Miguel, se han encontrado en sus puertas un regalo de los Reyes Magos con su nombre.
No os lo creéis, ¿verdad? Yo tampoco, pero hay testigos: la patrulla de la guardia civil que, a su paso por el pueblo, tuvo que parar para identificarlos.
Por lo que a mí respecta, muchas gracias por los regalos.